Tus ojos siguen
Mis pasos por la habitación,
Leo en ellos el Deseo,
El fuego de los campos en verano.
Me acerco a ti, acostada,
Para realizar nuestro rito cómplice.
Me aferro a tu cintura,
Como si la vida me arrastrara,
Mientras la luz salvaje del Mirador
Se derrama sobre la ventana,
De esta tarde secreta.
Sin ti
ResponderEliminartodo se hace pequeño.
Sin ti la luz no brilla igual.
Sin ti todo es nada.
Todo lo que hago
es solo por ti.